Sensibilidad Química Múltiple
(SQM)
En la enfermedad de la Sensibilidad Química Múltiple la persona afectada pierde la tolerancia a sustancias químicas presentes en el medio ambiente y que habitualmente son toleradas por otras personas. Por eso se considera una patología de “dosis bajas”.
Se define como aquella enfermedad en que la persona ante la exposición a agentes químicos ambientales a dosis bajas, presenta síntomas reproducibles y recurrentes que implican a diversos órganos y sistemas, pudiendo mejorar su estado cuando los agentes causales son eliminados o se evita la exposición a ellos.
Es una enfermedad que se caracteriza principalmente porque:
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Los síntomas son reproducibles con la exposición química repetida.
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La condición es crónica.
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Niveles bajos de exposición ocasionan manifestaciones del síndrome (dichos niveles son más bajos que los usuales o previamente tolerados).
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Los síntomas mejoran o se resuelven cuando los incitantes son eliminados.
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Las respuestas se presentan a múltiples sustancias sin relación química.
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Los síntomas implican múltiples sistemas orgánicos
En esta enfermedad existe una relación evidente entre la exposición a tóxicos ambientales, que en muchos casos es inadvertida, y la aparición de signos y síntomas.
En algunos casos, las personas afectadas declaran la aparición de los primeros síntomas tras una exposición aguda importante, en ocasiones relacionada con una sustancia química olorosa (un evento desencadenante). Más tarde, la aparición de síntomas similares o nueva sintomatología ocurre tras exposiciones a niveles bajos, casi despreciables, de sustancias químicas tan variadas como las contenidas en perfumes, pinturas, productos de limpieza, tintas, moquetas y otros compuestos orgánicos (desencadenantes en bajas dosis).
La Sensibilidad Química, como otras enfermedades ambientales, es una enfermedad multifactorial, es decir, hay diversos factores que intervienen en la aparición de la misma
Más de un 15% de la población general presenta mecanismos de respuesta excesiva frente a algunos estímulos químicos o ambientales. En un 5% de casos estos procesos son claramente patológicos y superan la capacidad adaptativa del organismo, generando manifestaciones cutáneas, respiratorias, digestivas y neuropsicológicas, frecuentemente crónicas y persistentes. El tipo de estímulos desencadenantes es diverso, pero predominan los agentes químicos y las radiaciones ambientales.
Los síntomas de las SQM pueden ser desde leves hasta graves y discapacitantes.
Los más comunes son: fatiga, afectación cognitiva (problemas de memoria, falta de concentración, etc.), dolor muscular y problemas gastrointestinales. Otros síntomas incluyen: problemas respiratorios, dermatológicos, cefaleas, sensibilidad visual y auditiva y muchos otros.
Aparte de estos síntomas invalidantes, las personas con SQM tienen un alto riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes del tiroides y otras como el lupus, la artritis reumatoide o la esclerosis múltiple
Los pacientes con sensibilidad química y ambiental múltiple presentan con frecuencia comorbilidades en forma de fatiga crónica, fibromialgia, colon irritable, síndrome seco, cistitis irritativa y distimia. La presencia de estas enfermedades asociadas puede agravar la sintomatología propia de la sensibilidad.
¿Sospecha que podría sufrir SQM?
El primer paso es obtener el diagnóstico correcto.
En Virtual Clínic + Salud, nuestros médicos tienen experiencia en investigar, diagnosticar y tratar la sensibilidad química múltiple.
Los tratamientos incluyen cambios en el estilo de vida, evitación, mitigación del estrés y una revisión completa de la dieta, programas de detoxificación y desensibilización entre otros.
